aún no hemos llegamos a primavera y has dejado de dolerme. la distancia que antes detestaba, ahora me hace sentir seguro, tranquilo de estar lejos de ti, de no mirar tus ojos. probablemente nunca respiremos el mismo aire, y nunca toque tu pelo ni nunca acaricies mis mejillas, y es lo justo. es el precio a pagar cuando una persona deja a otra. y seré feliz. lo seré muy pronto porque ahora sé qué anhelo y merezco, y eso es una ventaja que tengo contra ti. no me importa quién haya sentido antes, o quien haya olvidado al otro, porque esto no es juego. mi corazón siempre importó, pero se ve que no de la misma forma que el tuyo. se sentía como si solo tú tuvieras el derecho de sufrir y adolecer. y no estoy seguro de poder estar en una relación en la que una persona solo piensa en sí misma. me causa gracia que llegaras a pensar, por algún mili segundo, que yo deseaba volver a tus brazos. después de que alguien te deja tantas veces, te das cuenta que eres fácil de dejar y volver; es fácil aprovecharse de tu corazón. y yo soy más que eso. yo también puedo ser vulnerable, y puedo ser débil, y puedo estar mal. porque todos lo estamos. y el día siguiente a la carta, me di cuenta que no quería volver contigo nunca más, aunque a veces, lo deseara efímeramente. es lo que suele pasar cuando una relación se rompe
No hay comentarios:
Publicar un comentario