venas de color verde

y cuando miré en el viejo espejo,

sucio y roto
observé mi demacrado rostro
abriendo las heridas de mi brazo
esperando sentir, algo

intentando llegar más bajo
mis párpados, cerrándose,
humedeciéndose

el sentimiento de que me estaba hundiendo
pensaba que tú estarías allí
y me salvarías
el canal que me conectaba a la vida,
tú lo sostendrías
tú dirías que todo estaría bien
y yo te creería
porque, ¿qué otra cosa tenía?

sin embargo,
cuando tus ojos se desviaron de los míos,
y caminaste unos pasos hacia delante
el peso de mi destrozado corazón apareció, al igual que todas esas rojas cicatrices
pensando en cómo todos eran tan capaces menos yo

cada corte, cada roce, cada herida
cada persona que me dañaba
cada palabra y comentario
cada suspiro robado
fui más y más profundo
quería ver mis venas
esas venas color verde
que algún sueño me había prometido
y te quería, tanto tanto
pero no sabía si quería más la idea de que serías mi salvador
o de que sinceramente me amaras a mí
porque todos esos te quieros débiles se ahogaban en mis oídos
y mientras cada corte se hacía en mi piel, se plasmaba
una cicatriz
y otra, y otra

no deseaban irse
y yo no deseaba que se fueran
porque sentía que sería lo único que permanecería allí
la única marca permanente
los que estarían conmigo

volví a observar ese rostro triste y solitario
y quise besarlo
tanto, tanto, que las lágrimas volvieron y aunque ya no quería continuar, seguí
pero no seguí luchando
seguí dañándome
me recordaba que estaba vivo
que aún seguía vivo por unos instantes
eso era lo que me merecía desde hace tiempo
lo que esas voces me dictaron