su elegante figura,
se bordeaba al son de mis ojos,
que recorrían todo su cuerpo
y no, no se trataba de una modelo,
sino de un simple gato
observé aquellos detalles,
que me resultaban fascinantes
aquel vago pero lindo gato,
me observó,
perezoso
debatiendo entre si era una amenaza,
o un ser inofensivo
el gato no notó ni una pizca de maldad en mí
y quise llorar,
porque un animal me percibía mejor que mis propios amigos
increíble, ¿no?
lamió sus bigotes
aún así, seguía expectante
deseé ser tanto como él
astuto, elegante, bonito,
ágil, inteligente, pulcro
los gatos eran seres increíbles a mis desilusionados ojos
¿cómo alguien tan torpe como yo podría sobrevivir,
siendo un gato?
un maullido pasó por mis oídos
lo miré unos segundos
y sonreí
el felino se acercó a mí,
y yo pude sentir su pelaje
pensé que él estaba confiando demasiado,
pero me había leído a la perfección
y había notado mi corazón roto
su cola se enredó entre mis piernas,
y sus patitas se movieron para acercarse aún más
pensé que fue como si supiera que estaba mal
movió y frotó su cabeza contra mi cintura,
pidiendo mimos
pero, cuando se los entregué
no pareció ser suficiente
saqué aquella lata de atún de mi bolsillo izquierdo,
la abrí,
y se la entregué
el gato la recibió feliz,
mientras comía con rapidez
quizás el felino me había leído muy bien,
quizás solo quería un poco de aquella comida,
o capaz yo necesitaba eso para entender lo tan roto que estaba
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