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el frío de un corazón quema consecuentemente al cálido del otro. las mañanas sin ti se sienten heladas, las noches son solitarias y largas. con unos detalles de la ciudad, las luces y el reflejo de estas en algún charco apartado de la multitud me recuerdan a tu presencia. un olor desconocido, un toque nuevo, íntimo.
solo con escuchar tu risa podría romperme y volar muy lejos. desearte se convierte en algo diario, algo de lo que no puedo escapar. deseo sacarme toda esta belleza de mi corazón arrancándola, no para deshacerme de ella, sino para mostrarte lo vulnerable que puedo llegar a ser, la infinidad de cosas que me haces sentir y aún no consigo ponerle nombre.
me quedo sin palabras, es electrizante, me asfixia, y me hace sentir vivo. mis dedos danzan, como si realmente pudiera sentir los tuyos. mis ojos se humedecen ante lo que estoy presenciando. es tan intenso, tan irreal. mi corazón se desborda de este sentimiento llamado amor, y no temo más a sentirme frágil para ti.
