la sencillez me arruinó la vida

la sencillez me aburre.

me visualizo a mí mismo, cómo los demás me perciben. mis bonitos pendientes, que cuelgan sobre mis orejas, que a la vez, sostienen mi mascarilla blanca, pulcra y limpia. mis marrones orbes observando ese trozo de papel. mi pelo recogido, de vez en cuando en mi rostro. algo suelto, pero me gusta de todas formas. 

sin embargo, por dentro, soy un tímido caracol o quizás, por dentro, aún soy un vulnerable niño, aquel que disfrutaba de bailar e inventar canciones.

pero, tengo que ser fuerte. debo serlo. no quiero que vean esa parte de mí. la parte que se daña  y llora por las noches, el que dice que todo va a salir bien, aunque en el fondo, él y yo sabemos que seguiremos mal. realmente no importa cuánto cambiemos, ¿por qué siempre siento que mi cabeza y mi cuerpo están aislados? ¿por qué cuando creo nuevos cortes ya no siento nada? las lágrimas ya no salen, no tengo fuerzas, no me queda tristeza en mi corazón. solo decepción, mientras suena broken de gorillaz en mis auriculares y dejo caer mis tijeras al suelo, bajo la atenta mirada de mi felino, pienso que la sencillez no está tan mal. puede que piense que es aburrida, pero en el fondo, sé que si todo fuera sencillo, no estaría tan destruido. y todavía quiero abrazar al niño que llevo dentro